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Pasta de líder. El liderazgo de vanguardia

El liderazgo es un concepto del que, desde hace ya un buen número de años, se ha abusado pues ha sido incorporado en los discursos motivacionales comerciales lo que le ha restado seriedad y respeto. Pido al lector que rescatemos la importancia trascendental de lo que implica el buen liderazgo y lo adoptemos como un hábito cardinal en nuestras vidas...

454. PASTA DE LÍDER

El buen liderazgo como un hábito ejemplar.

Los líderes, tanto los que nacen con el don como los que lo desarrollan —hasta incorporarlo en sus vidas como un hábito esencial—, son los que guían y enseñan el camino. El líder ganador pasa de las palabras a los hechos, del simple discurso al buen ejemplo.


«Sólo las promesas que se cumplen son dignas

de tomarse en cuenta, las demás no sirven.»

El líder auténtico sabe que la mejor forma de decir es hacer, y que la mejor promesa es la que se cumple, las demás no sirven. El líder debe saber influir en la conducta de los demás. Esto requiere talento y habilidad, y a su vez implica una enorme responsabilidad, porque ese cambio de conducta tiene que ser para bien. Todo esto hace que el liderazgo se convierta en un arte. El siguiente paso

El líder, para modificar la conducta de alguien, deberá tomar en cuenta los siguientes tres factores a fin de motivarlo al cambio:

* Deberá anotar y explicar con claridad lo que desea de él; éste es el paso más sencillo.

* Deberá explicarle que puede hacer lo que se le pide, siempre y cuando él así lo decida.

* Deberá convencerlo de que el hacerlo será por su propio interés y beneficio.

Este último paso es la parte más importante en el proceso de motivación. Se da por hecho que todo líder debe ser un motivador por definición. La automotivación también juega un papel esencial, pues el líder debe asumir su responsabilidad sobre el grupo utilizando su propia motivación. El líder sabe que tiene que demostrar toda su capacidad en los momentos cruciales y asumir el mando de la situación. Además debe saber mantener un estado de ánimo elevado.

Todo líder debe ser una persona de hechos. El buen liderazgo, más que con palabras, se debe fundamentar en la acción, en el buen rendimiento y en el trabajo arduo. Un líder se deberá poner la responsabilidad sobre sus hombros, la cual se hará manifiesta cuando sea necesario.

«Si las palabras del líder no están respaldadas

por el trabajo arduo, de nada servirán.»

Todo líder debe establecer propuestas de cambio. Las personas con madera de líder son innovadoras, proponen cambios, mejoran su entorno y cambian el paradigma.

«Todos debemos ejercer el liderazgo e incorporar cambios y mejoras en nuestro entorno. »

Los líderes, dentro del proceso de motivación, tienen que utilizar una buena comunicación verbal y corporal. Hay individuos que a pesar de su gran capacidad y talento no pueden considerarse líderes en forma implícita pues, como ya se explicó, deberán ser motivadores y comunicadores eficaces. Hay personas que a pesar de haber alcanzado niveles de excelencia personal, carecen del sentido del humor, son inexpresivos o tímidos.

Visto así, el liderazgo se convierte en arte, pues el comportamiento de la gente es bastante difícil de predecir. El liderazgo pues, es más de carácter práctico que académico.

Para ser un ganador se debe aprender el arte del liderazgo. La gente que posee sueños y esperanzas necesita de un líder a quien seguir, a fin de ir en pos de ese sueño. Un líder debe poseer muchos atributos como el ser consistente, es decir, que su desempeño no tenga altibajos.

Un líder sabe la importancia de su oficio, pues todos los “seguidores” quieren sentir seguridad con su presencia y confiar en que su desempeño siempre será óptimo.

«Un líder debe inspirar respeto, unión y confianza.

Ser un guía, cuyo desempeño sea de alto nivel.»

Una manifestación grandiosa de liderazgo fue la que ejerció Winston Churchill, (ver las fotografías de este ejemplar estadista con su “V” de la victoria, con su sombrero y su habano”), tanto liderando a la Gran Bretaña como a los países aliados. Su accionar nos salvó de un demonio llamado Adolfo Hitler. Es mundialmente célebre su elocuente discurso: “Sangre, sudor, fatiga y lágrimas”.

Otro ejemplo de liderazgo ganador fue el de Michael Jordan cuando, en el quinto partido de la serie final contra Utah, en Junio de 1997, jugó enfermó; tenía fiebre y el rostro demacrado. No obstante, durante esa memorable actuación que condujo a Chicago a la victoria, exclamaría, durante un tiempo fuera, a sus compañeros: «¡Vamos, no se rindan, nuestra credibilidad y prestigio está en juego!».

El buen líder sabe que toda la confianza conseguida durante mucho tiempo se puede perder en un instante, pues si “afloja” el paso dará un pretexto a los demás para rendirse o claudicar; así, el líder debe concientizar al grupo del llamado “principio de la caravana” que se basa en que si algún miembro afloja el paso retrasará la marcha de los demás.

Una buena conclusión es entender que el liderazgo es universal, pues se aplica y desarrolla por igual en la vida de todos los seres humanos, ya sea una familia, un monasterio, un equipo deportivo, una escuela, una empresa o un partido político. Es indispensable pues, la existencia de…

Líderes que guíen a los demás para que el mundo avance.

Juan Antonio Razo






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