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La ignorancia común, racional y selectiva… la otra mirada. Incluye anexos


La ignorancia es el principal problema que existe en nuestro país. De la pobreza de conocimientos y de la inconsciencia se deriva la pobreza económica, y aunque algunos dirán que es a la inversa no es así; en el mejor de los casos podría ser un círculo vicioso. Aquí me refiero a lo que llamo la ignorancia común ─carencia de conocimientos─ para diferenciarla de la ignorancia racional.

Partamos del principio de que los conocimientos son la mejor arma del hombre moderno. Forman parte esencial del patrimonio de toda persona. Los conocimientos son poder, no cabe la menor duda. Sin embargo, no nos gusta aprender por el esfuerzo que implica hacerlo. Aprender nos causa miedo o, en el mejor de los casos, inquietud o apatía. Pero estas actitudes no se justifican. Hay que revertir esta sensación y convertirlo en algo placentero,

Pero por otra parte, hoy en día, ante el desarrollo de la tecnología y la abrumadora información que navega en Internet, es imposible saberlo todo y el pretender abarcar mucho es un craso error.

Hace varias décadas el economista Anthony Downs en su obra “An Economic Theory of Democracy” ​acuñó el concepto “ignorancia racional”, la cual definió como una situación en la que el costo de adquirir un nuevo conocimiento excede los beneficios que aportaría poseerlo. En economía tiene aplicación en campos como “teoría de las elecciones públicas” y en otras disciplinas que estudian racionalidad y decisión como la filosofía, epistemología y teoría de juegos.

Este concepto no es tan abstracto como parece. Por ejemplo, se dice que permanecer ignorante es racional cuando el costo de aprender lo suficiente sobre un tema para tomar una decisión informada no es compensado por el posible beneficio que se obtendría al tomar esa decisión, por lo que sería irracional gastar tiempo aprendiendo sobre ese tema.

En otros casos, la decisión se puede tomar aplicando un modelo simple (heurístico), aunque no sea tan preciso. Por ejemplo, para decidir la marca o tipo de alimento para mi desayuno, puedo elegir comprar e ingerir los que tengan menos azúcar y carbohidratos, en vez de realizar un estudio detallado de todos los productos.

A mí me gusta entender y aplicar este concepto de una manera más práctica comparada con la delos sofisticados economistas. Por ejemplo, prefiero seguir estudiando sobre el tema de la conciencia y la mente y dejar para después el estudio de la física-biomédica aunque siga “ignorante” en ese campo. A este procedimiento le he llamado “ignorancia selectiva”.

También resulta fundamental el saber buscar la información, pues de esta manera uno puede no saber sobre un determinado tema o dato pero tener la pericia para encontrar la información y la capacidad para documentarse y decidir con rapidez.

Por igual, ante una situación imprevista y en cierto modo desconocida uno debe utilizar la lógica como un recurso, considerando, claro está, que aquí también intervienen nuestro nivel de conocimientos y nuestro IQ.

Nuevamente subrayo que hay que tomar en cuenta que en nuestro país hay un rezago importante en el nivel de conocimientos básicos, de modo que siendo “lógicos”, el primer, primerísimo paso es vencer la ignorancia común. Luego uno podrá ser selectivo en el aprendizaje.

El proceso sería: primero dejar de ser un ignorante inconsciente ─persona que no sabe que no sabe─, luego pasar a ser un ignorante consciente ─persona que sabe que no sabe─, y posteriormente dejar de ser un ignorante común, para poder ser un “ignorante racional o bien “ignorante selectivo”, concepto que acuñé en 2010 y que vengo usando en mi Teoría MMC.

Es importante aclarar que cuando uno posee abundancia de conocimientos o bien derivado de la evolución de la ciencia, muchas veces habrá necesidad de “aprender a desaprender”.

La ignorancia, pues, es una desdicha “voluntaria” a la cual habrá que vencer. En nuestro país resulta mucho más cara que la propia ciencia.

Por último, si algo me atrevo a pedir es que regalen un libro y promuevan la lectura.

JUAN ANTONIO RAZO/

Escritor, consultor y conferencista/

razo@desarrollointegraluno.com

ANEXOS

DEFINICIONES. HEURÍSTICO. f. En algunas ciencias, manera de buscar la solución de un problema mediante métodos no rigurosos, como por tanteo, reglas empíricas, etcétera.

IGNORANCIA RACIONAL. EJEMPLO:

Consideremos a un empresario que debe elegir entre dos o más candidatos que se ofrecen a completar una tarea por 10€/hora. El tiempo que cada candidato necesite variará dependiendo de la habilidad del candidato, por lo que al empresario le interesa contratar al trabajador más rápido. El coste de un día adicional de entrevistas para ese empresario es de 100€. Si el empresario ya sabe que los candidatos completarían el trabajo en un rango de entre 95 y 105 horas, la decisión racional sería escoger al candidato en función de un proceso más simple que un día de entrevistas (con un coste fijo de 100€), por ejemplo, lanzando una moneda.

Si se obtiene el mejor candidato, a uno que pueda completar el trabajo en 9 horas e 30 min, se gastan 100€ en las entrevistas y se evita la peor situación, que es contratar al trabajador que tarda 10h e 30min. Si se tira una moneda o un dado, la probabilidad de obtener al mejor trabajador es igual que la de obtener al peor, y no se gastan los cien euros en entrevistas.

En numerosos casos, la decisión se puede tomar aplicando un modelo heurístico, que es simple pero no muy preciso. Por ejemplo, al decidir que marca de comida elegir para el desayuno, un comprador puede decidir comprar el que tenga menos azúcar, en vez de realizar un estudio profundo de todos los productos.

APLICACION EN PUBLICIDAD:

Ciertas compañías pueden aprovecharse de este concepto aumentando la complejidad de una decisión. Si la diferencia de valor entre un buen producto y uno malo es menor que el coste de realizar una investigación para diferenciarlos, la decisión racional sería coger aquel producto que sea más conveniente y rechazar la posibilidad de realizar una investigación. Así, al fabricante del producto de menor calidad le convendría aumentar el número de opciones, combinaciones y medidas, lo que aumentaría el número de compradores que deciden que es demasiado complicado tomar una decisión informada.

LOS 4 ESTADOS DE CONCIENCIA.

Tomados del libros “El poder de la Motivación consciente” de Juan Antonio Razo

La ignorancia y el conocimiento se combinan con el estado de inconciencia y de conciencia, dando las siguientes situaciones posibles.

No es igual ignorancia que estupidez. Estar consciente de ser ignorante es el primer paso para dejar de serlo. La estupidez es un estado relacionado con el IQ.

IGNORANCIA INCONSCIENTE

Cuando uno no sabe que no sabe se encuentra en la peor de las ignorancias, en la peor de las inopias. Para este grupo de personas desposeídas de casi todo, que por desgracia no son pocas, habrá que pensar en otras formas de ayuda. Hay que enseñarles a “pescar” partiendo de cero o debajo de cero. Este estado de plena ignorancia resulta presa fácil de quienes se aprovechan y los manipulan y terminan pensando y decidiendo por ellos.

IGNORANCIA CONSCIENTE

Este estado ya es un gran avance, pues ahora uno ya sabe que es ignorante, de modo que no queda más que aprender. Uno tiene conciencia de su ignorancia y cabe la pregunta: ¿qué debo aprender? En el capítulo ocho abordo el tema de la lectura y doy ciertas directrices para buscar un camino o definir prioridades. Aquí es dónde uno se pregunta ¿quién soy?, ¿a dónde quiero llegar?, uno sabe que está motivado porque anda en busca de algo.

Pero no confundamos la ignorancia con la estupidez, pues estar consciente de que se es ignorante es el primer paso para dejar de serlo. Por su parte, la estupidez es un estado que tiene que ver con el ‘IQ’, tema que se verá en el capítulo quince.

Por fortuna esta situación de cero conocimientos es hipotética, pues algo ha de saber uno, aunque sea poco, aunque aquí lo importante es la toma de conciencia y la actitud. El conocimiento escolar, aprendido en las aulas es básico, por eso es tan importante que haya buenos maestros, preparados y bien pagados por el Estado. Hay que decir que las escuelas particulares han hecho de la educación un buen negocio y hasta una industria. La pregunta es ¿Acaso hay dos clases de educación? ¿Por qué la educación privada es mejor, debiendo ser de la misma calidad? Bajo esta perspectiva los villanos no serían las empresas o instituciones privadas sino el estado mismo, que con su doble discurso ha perdido toda credibilidad y cuya función reguladora es una falacia. Otra respuesta la encontramos en las incuestionables clases sociales.

CONOCIMIENTO CONSCIENTE

Aquí la situación consiste en que las personas saben que saben y, por supuesto, están conscientes de ello. Pero la cuestión a resolver se presenta cuando las personas tienen conocimientos y están conscientes de ellos pero no son personas superadas ni les interesa alcanzar un nivel de responsabilidad acorde a su capacidad. Piensa que saben mucho y su vanidad y arrogancia les gana la partida. Por supuesto, no son mejores personas y aprovechan sus conocimientos en su propio beneficio simplemente porque carecen de principios y si hacen algo a favor de los demás es por conveniencia. Por supuesto que se defienden cuando se le cuestiona pues difícilmente lo aceptan. «¿Motivados para quién o para qué?» argumentan con cierto aire de ironía o fingiendo ingenuidad.

Este grupo de personas tiene una gran responsabilidad a cuestas pero ésta se inhibe por las diversas circunstancias acomodadas a su conveniencia. Aquí es cuando uno preguntaría ¿eres o te haces?; y es que su capacidad intelectual —mal dirigida— les permite hacerse del lado hacia donde más les conviene.

CONOCIMIENTO SUBCONSCIENTE

Éste es el estado óptimo a donde todos debiéramos llegar y permanecer. Propiamente es otro nivel de desarrollo, equivalente al que se analizará en la parte tres del libro, capítulos once y siguientes. Aquí la parte fuerte de sus conocimientos pertenece a su subconsciente y se tiene un control mental poderoso.

De inmediato las cosas toman su cauce, le encuentra un sentido a su vida y piensa que las cosas van a suceder para bien, pero no se confía y se mantiene alerta, se muestra flexible a los cambios y lo que es más importante trabaja con el subconsciente, sus acciones y su vida son guiadas por ese yo subconsciente debidamente entrenado. En este estado mental ya se está preparado para jugar en las Ligas Mayores.


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